Los gobiernos aseguran que esto generaría graves afectaciones y contaminación para el río Lempa y por ende un riesgo para las personas, ya que la minería a cielo abierto es una de las actividades industriales más agresivas para el medio ambiente.
Por lo que los tres países se han unido para solicitar la suspensión de esta obra, que pone en peligro a la población de la región.