La pandemia trajo consigo una serie de aislamientos como métodos de autoprotección que llevaron a salvadoreños y personas en todo el mundo a experimentar mayor soledad de manera obligatoria, situación que a criterio de la población generó una serie de daños a nivel psicológico.
Durante la pandemia en El Salvador y el mundo los aislamientos fueron de diferente tipo, por ejemplo:
– Aislamiento social, entre miembros de una misma sociedad para prevenir infecciones.
– Aislamiento domiciliar, en casos positivos de carácter leve por covid 19 hasta 15 días con posibilidad de contacto con el núcleo familiar.
– Aislamiento hospitalario, en donde se limitó absolutamente cualquier contacto con otro ser humano en periodos de hasta de 30 días o más.
La soledad al no ser voluntaria para procesar momentos en la vida de los seres humanos, se convierte en un detonante de daños psicológicos, así lo perciben personas cercanas a pacientes en estado crítico por covid 19.
Expertos señalan que siempre es recomendable acercarse a especialistas de la salud mental para evitar daños psicoemocionales a corto mediano o largo plazo.