Sin duda, la primera etapa del Tour de Francia tuvo una sola protagonista: la mujer que provocó una caída masiva en la que decenas de ciclistas del pelotón se vieron afectados, causando también retiradas como la del español Marc Soler.
Tras el grave accidente, la espectadora huyó pero el pasado martes fue arrestada y puesta a disposición de la Justicia francesa. Pese a que en un principio el Tour tenía la intención de interponer acciones legales contra ella, en las últimas horas han decidido rectificar y no denunciarla, al considerar que «el caso se estaba yendo de las manos».
No obstante, Soler todavía está estudiando si interponer una denuncia por provocar lesiones involuntarias con incapacidad no superior a tres meses y por la violación manifiestamente deliberada de la obligación de seguridad o prudencia.
Casi una semana después del incidente, la aficionada rompió su silencio de manera escueta para mostrar su arrepentimiento por la acción. «Me puse en ridículo, estoy avergonzada», fueron sus palabras según recogen diversos medios. Además, explicó que se sentía con «miedo de las consecuencias de su acción y que estaba angustiada por el bombo mediático».
Recientemente, los ciclistas del Tour mostraron su descontento con el crecimiento de las caídas, parando durante un minuto en la cuarta etapa, 500 metros después de la salida entre Redon y Fougères.
Foto: Captura.