Especialistas aseguran que existe un nuevo mapa migratorio en la región, donde El Salvador, Honduras y Guatemala ya no son los protagonistas, actualmente han sido superados por países como Haití, Cuba y Nicaragua donde se reporta un alza de movilidad humana hacia los Estados Unidos y debido a las barreras fronterizas implementadas por el gobierno estadounidense, El Salvador podría convertirse en un receptor de migrantes.
Cesar Ríos hace un llamado a las autoridades a prepararse ante la llegada cualquier flujo migratorio, teniendo en cuenta que existe un acuerdo de tercer país seguro que aún sigue vigente y consiste en recibir migrantes que pidan asilo al país norteamericano y garantizarles calidad de vida.
Los salvadoreños por su parte no se muestran en contra de ayudar a migrantes de otros países pero piden a las autoridades establecer filtros, especialmente para evitar la delincuencia.
Es otra consecuencia de las políticas migratorias de los Estados Unidos es que este flujo migratorio decida venir directamente al país a pedir asilo. En ambos escenarios la gran pregunta es si El Salvador está listo para garantizar la estabilidad de estas personas, por lo que el director del Instituto Salvadoreño del Migrante recomienda gestionar ayuda de forma anticipada ante este posible fenómeno.