Reducción en la inversión de áreas como la salud, educación y obras públicas es lo que refleja la comparación del presupuesto ejecutado 2022 y el presupuesto para el ejercicio financiero 2023, según explica Ricardo Castaneda del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales.
Y es que según el estudio presentado por ICEFI, existen indicios de un ajuste fiscal para pago de deudas que afecta el gasto público, es decir lo que el estado invierte en beneficios para los salvadoreños se reduce con el fin de pagar préstamos y es que al comparar la ejecución de los años 2021 y 2022, existen sensibles disminuciones en rubros clave.
Por ejemplo, el sector educación paso de 4.6% del PIB en 2021 a 3.9% en 2022, mientras que salud paso de un 3.5% a un 3.4% seguido del sector de obras públicas que se contrajo aún más pasando del 1.5 al 0.9%.
Para el ICEFI el panorama podría aguzarse en el 2023, ya que una cuarta parte del presupuesto general de la nación estará orientado al pago de deuda, razón por la que surgen alertas, como la posibilidad que tras la reforma al sistema de pensiones el estado haga uso de un promedio de 7,000 millones de dólares del sistema previsional.
Por su parte, el Banco Central de Reserva estima que el país podría crecer un 2.8%, perspectivas que se suman al crecimiento en la recolección de impuestos, en donde el Ministerio de Hacienda reporta datos favorables principalmente en la recolección del impuesto sobre la renta con crecimiento del 6% equivalente a 37.9 millones de dólares más en el periodo de enero a marzo del presente año con respecto a 2022.