Con casi 100 años sobre su espalda, doña Rosita mostraba su frustración al no poder acceder a su lugar de votación pese a la asistencia que le ofrecieron los miembros de la JRV del Inframen.
Pero en este centro de votación donde estaban habilitados alrededor de 12,000 votantes, se tomaron previsiones por inconvenientes de accesibilidad para personas con discapacidad en las elecciones pasadas, incluso se resolvió la situación de doña Rosita.
En este centro de votación asistieron salvadoreños residentes en el exterior que consideraron más posibilidades de ver reflejado su voto que hacerlo desde afuera.
El Inframen es considerado uno de los centros de votación más importantes de la capital y por esta razón también contó con suficiente personal policial para realizar los registros de personas sospechosas bajo el régimen de excepción.
Después de este registro y algunas indagaciones los dos retenidos solo fueron expulsados del centro de votación.