Más de 2,000 armas de fuego fueron destruidas como parte de un proceso de disposición final de evidencias que realizó la Fiscalía General de la República. Entre lo eliminado se encuentran armas cortas, largas y de fabricación artesanal.
La mayor parte de estos artefactos provienen de procesos penales ejecutados por las autoridades, mientras que el resto fue decomisado en otros operativos.
En la destrucción del armamento participaron elementos de la Fuerza Armada y de la División de Armas y Explosivos de la Policía Nacional Civil, finalizando así con el proceso que inició el pasado seis de noviembre.