En el parque San Martín de Santa Tecla encontramos a Josselin Morales, una joven que asegura beber diariamente varios litros de gaseosas o jugos procesados, aun estando consciente de las consecuencias que este tipo de productos azucarados tienen para la salud humana.
De acuerdo con el último estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud, en 2020, los salvadoreños consumieron 165 litros de bebidas azucaradas por persona, lo que representa un alto costo para el bolsillo, ya que en el caso de Josselin debe invertir varios dólares para comprar estos productos.
Pero al igual que ella, hay otras personas que dicen consumir también este tipo de bebidas, aunque en menor cantidad, ya que prefieren líquidos más naturales que no dañen su salud.
La OPS estima que hace tres años 21,432 menores de edad y 94,893 adultos desarrollaron sobrepeso atribuido directamente al consumo de bebidas azucaradas, surgiendo también 99,850 nuevos casos de diabetes tipo 2 y 520 personas murieron por complicaciones cardiovasculares, oncológicas y crónicas derivadas del consumo de líquidos azucarados, quienes también opinaron sobre el tema fueron los vendedores de bebidas, quienes confirman que lo más vendido son las gaseosas y justifican el porqué de esta preferencia.
Pero a pesar de que la venta de estos productos es rentable y deja buenas ganancias, el tratamiento para combatir las enfermedades que provoca el consumo desmedido de estas bebidas no es nada barato, ya que en 2020 se invirtieron 420,000 dólares para tratar el sobrepeso en niños y otros 3 millones fueron utilizados para los adultos, mientras que para combatir la diabetes tipo 2 fueron utilizados 43.8 millones de dólares.
La OPS recomienda crear políticas públicas para detener el alto consumo de estos productos y hacen un llamado a la población a preferir bebidas más naturales como el agua, jugos hechos en casa o ingerir de manera moderadas los líquidos procesados.