Desde muy temprano Rossana llego hasta la parroquia de Antiguo Cuscatlán, en sus manos lleva varias imágenes del niño Dios, en quien ha puesto su fe para que se puedan cumplir sus peticiones y la otras familias, pero asegura que también hay otros motivos por lo que cada año participa en esta tradición de la iglesia católica.
Son cientos de feligreses los que llevan a los santos niños para ser bendecidos, en cada uno de ellos han colocado el nombre de la persona por la que piden un milagro o el de quienes ya lo recibieron, mientras que otros dicen que es para agradecer por las bendiciones que recibieron durante todo el año.
Cada 28 de diciembre se conmemoran a los santos niños inocentes, que fueron asesinados tras la orden del rey Herodes, de quitarles la vida a todos los menores de dos años nacidos en Belén, para asegurarse que entre ellos estuviera Jesús de Nazaret, razón por las que fueron honrados con una misa solemne presidida por el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.
Las autoridades de la iglesia católica dicen que es importante mantener viva esta tradición que llena de fe a miles de personas que viajan desde diferentes municipios del país.