Estados Unidos sigue teniendo a Centroamérica como un corredor para de tráfico de drogas que llegan hasta la frontera sur, el subsecretario de la oficina de asuntos internacionales de narcóticos y aplicación de la ley, Todd Robinson dijo que sigue colaborando con países como El Salvador para eliminar las redes que usan los países del istmo como un lugar para movilizar sustancias ilegales. La clave es la capacitación y colaboración con las autoridades del triángulo norte.
Estados Unidos busca combatir el tráfico internacional de drogas sintéticas como el fentanilo; narcóticos por los cuales murieron más de 110,000 personas en 2022 por sobredosis, es por ello que lanzó una coalición formada por casi 100 países, entre los cuales figura México, un destacado productor de estas sustancias, cuyos insumos para fabricar los narcóticos provienen en su mayoría de china, país que no se sumó a los esfuerzos por combatir el narcotráfico y que se ha negado a cooperar con estados unidos en el tema de tráfico de drogas.
El secretario de estado estadounidense, Anthony Blinken, trató de hacer conciencia en los países sobre los peligros que representan los carteles para eliminar el consumo de sustancias alucinógenas; pues dijo que cuando un gobierno restringe agresivamente al precursor químico, los traficantes se abastecen en otro lugar y cuando se cierra una ruta de tránsito buscan rápidamente otro punto de paso.
Además del fentanilo, una droga 50 veces más fuerte que la heroína y que provocó una crisis de consumo de estupefacientes en estados unidos, la mira de las autoridades se encuentra puesta en otras sustancias como el anestésico ketamina, cuyo uso es legal en estados unidos; el tramadol que es usado en pacientes con trastornos de estrés postraumático, las metanfetaminas que protagonizaron la antepenúltima crisis narcótica en la nación norteamericana y el captagon que es recetada para el déficit de atención, la narcolepsia y la depresión.