Los esfuerzos para prevenir contagios de VIH en la comunidad LGBT, parece estar dando frutos positivos en El Salvador, al menos así lo refleja el último informe global de Onusida.
La organización evidenció que los hombres VIH negativos que tuvieron contacto sexual con otros hombres mantuvieron su seropositividad, gracias a que estuvieron en contacto con servicios de prevención; es decir, charlas informativas sobre sexualidad, métodos de protección contra enfermedades de transmisión sexual y el acceso a pruebas de VIH, entre otros aspectos.
De una muestra de un poco más de 20,000 personas a quienes se les practicó una prueba de VIH resultaron negativas y fueron enviadas a servicios de prevención adecuados para darle monitorear su condición.
Tras 12 meses de seguimiento, el 98% de la población evaluada en un inició continuaba siendo negativa a la enfermedad y el restante 2% se había infectado del virus; lo que implica que la tasa de positividad de VIH pasó de 2.4% a 1.7% en cuestión de un año, concluyendo en el efecto positivo que una orientación preventiva tiene para este sector.
Pero hay factores como el desplazamiento y la migración en los países de América Latina y el Caribe que agravan los esfuerzos por brindar cobertura de salud sexual preventiva, ya que los indocumentados que llegan a los países anfitriones, pocas o nulas veces son acogidos en los sistemas sanitarios por no contar con seguros de salud; lo que ha llevado a una participación insuficiente en los programas de VIH.