Un incremento del salario mínimo, de al menos un 25%, podría aliviar las dificultades económicas de los salvadoreños frente al creciente costo de vida. Según estadísticas, el 70% de la población se muestra preocupada, dado que el precio de la canasta básica ha aumentado en 55 dólares en los últimos tres años, con un incremento de 42 dólares en las zonas rurales.