El mango es rico en vitamina C, esencial para fortalecer el sistema inmunológico, producir colágeno y combatir el envejecimiento celular. Además, contiene vitamina A, que beneficia la salud ocular, la piel y el sistema inmunitario.
Gracias a su alto contenido de fibras, mejora la digestión y previene el estreñimiento. Su bajo índice glucémico ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre cuando se consume con moderación.
Su soporte antioxidante, con compuestos como quercetina y polifenoles, protege contra enfermedades crónicas, mientras que su contenido en potasio regula la presión arterial y cuida la salud del corazón.