El rubro de la carpintería, específicamente en la producción de ataúdes pierde fuerza, en el municipio de Jucuapa, hay diversos negocios dedicados a este rubro, durante el año 2015, con más 6,600 homicidios vio crecer de forma desmedida su demanda, en la actualidad la situación, según los mismos fabricantes, está cambiando para ellos.
En el año 2022, tras un fin de semana violento en el país, autoridades de seguridad implementaron el régimen de excepción para combatir a las pandillas, dejando más de 61,000 capturas hasta la fecha, de igual forma, bajó drásticamente la demanda de servicios fúnebres por muertes a causa del covid 19.
Desde el departamento de La Unión, un representante de funerales Ciudad Sión llego a este negocio en Jucuapa, Usuluán, con la idea de comprar ataúdes para los servicios que ofrece en su localidad, confesaron que no son los días más rentables para su negocio.
Pero quedarse de brazos cruzados a la espera de clientes no es la solución para estas empresas, aseguran que para evitar despedir empleados y tener pérdidas cuantiosas, han optado por alternativas, como fabricar otro tipo de productos o prestar otros servicios adicionales.
Las medidas adoptadas por autoridades de seguridad siguen vigentes, con cercos militares y policiales en puntos estratégicos, así como el régimen de excepción y modificaciones al código penal, sobre todo relacionados a los procesos judiciales contra criminales, situación que modificó el escenario de los servicios funerarios en El Salvador, un país que pasó de una tasa de muertes violentas, de 106 por cada 100,000 habitantes en 2015, a 7.8 en 2022.