El arroz integral no pasa por procesos de refinamiento, lo que le da un color más oscuro y es más rico en minerales, vitaminas y antioxidantes. En cambio, el arroz blanco es más procesado y tiene menos nutrientes.
Una de las principales diferencias es el contenido de fibra: 3.5 gramos por cada 100 gramos de arroz integral frente a 1.3 gramos en el arroz blanco.
Además, el arroz integral tiene un índice glucémico más bajo. Aun así, el arroz blanco puede formar parte de una dieta saludable, siempre que se consuma con moderación.