El juicio en el caso tregua entre pandillas donde son procesados el expresidente, Mauricio Funes y el exministro de Justicia, David Munguía Payés, se encuentra rumbo a la recta final de la vista pública; luego de que varios testigos de la Fiscalía dieran sus declaraciones en el tribunal especializado de sentencia C de San Salvador.
El juez a cargo del proceso declaró receso en el caso y será el próximo 12 de mayo cuando las partes involucradas presenten sus alegatos y pretensiones finales.
Durante la última jornada se tenía previsto revisar la prueba documental y de cargo para sustentar las acusaciones contra los exfuncionarios, sin embargo, tanto la defensa como la Fiscalía decidieron no escuchar 149 audios de supuestas extracciones telefónicas, ya que la defensa los consideró irrelevantes al no probar los hechos por los que se le acusa al exministro de la Defensa, así mismo, se desestimaron otras dos entrevistas con cabecillas de pandillas.
Tras la presentación de esta prueba documental y las declaraciones de 16 testigos, el abogador defensor de Munguía Payés considera que con lo discutido en el juicio la Fiscalía no cuenta con elementos probatorios para señalar a su representado y por lo tanto no son concluyentes para una acusación.
La vista pública en torno a este caso también ha generado reacciones del ex presidente Mauricio Funes quien a través de su cuenta de Twitter reaccionó a las acusaciones realizadas por el testigo clave Franco, quien aseguró que entregó 50,000 dólares a las pandillas y ordenó la salida y traslado de cabecillas de pandillas.
Al respecto, Funes en varios tweets desmintió estas declaraciones alegando que nunca entregó dinero para financiar la tregua y desconocía la infiltración de las pandillas en el gobierno, además dijo que él no autorizó el traslado de pandilleros ya que no tenía facultad de hacerlo y que nunca recibió información de la tregua por parte del Organismo de Inteligencia del Estado, sino que lo hizo por medio de los mediadores y Munguía Payés.
En cuanto a los traslados de cabecillas de pandillas, Funes se defendió argumentando que los movimientos fueron aprobados por los jueces de vigilancia penitenciaria y que el testigo criteriado nunca estuvo en ninguna reunión en Casa Presidencial.