Redistribuir la deuda interna de corto plazo, es la propuesta de la Asociación Bancaria Salvadoreña al Gobierno de El Salvador, es decir, que los 2,200 millones de dólares que se deben pagar a este sector en los próximos 12 meses, se distribuyan en 2, 3, 5 y hasta 7 años, que permitiría reducir los nivel de deuda pública, según lo manifestó en un comunicado esta gremial.
Para el economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, Ricardo Castaneda, esta medida podría resultar positiva si va acompañada de una reducción de tasas de intereses.
La medida podría ser un paliativo para que el país no caiga en impago de su deuda local, además de mejorar su calificación de país y la imagen internacional, pero Castaneda considera necesario que se adopten más medidas para acompañar la iniciativa.
Según Abansa, todos los bancos privados de El Salvador han confirmado que participarán activamente en esta redistribución de deuda a corto plazo, como una medida que daría estabilidad financiera al rubro y a las finanzas públicas.