Un funcionario de DHS detalló que este programa ha “reducido de manera significativa la migración irregular y ha negado a los traficantes la oportunidad de explotar a estos individuos”.
Hasta el fin de julio, más de 41.000 personas de Cuba, 72.000 de Haití, 34.000 de Nicaragua y 63.000 de Venezuela han sido examinados y autorizados para viajar a EEUU, donde reciben autorización final para quedarse por dos años en el país bajo el programa.