Más de 636,000 personas entre ellas salvadoreños, guatemaltecos y hondureños se encuentran en calidad de refugiados y solicitantes de asilo en Las Américas; así lo revela un informe del alto comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, ACNUR.
Para el caso de El Salvador, el organismo señala que si bien la seguridad ha mejorado; la falta de recursos impide que 19,500 personas reciban asistencia humanitaria, información y apoyo de la entidad y otros 2,400 desplazados internos y retornados no puedan cubrir sus necesidades básicas como albergue, alimentos e higiene.
ACNUR estima que, en nuestro país, se necesitan 817,000 dólares para apoyar a 2,401 personas desplazadas a la fuerza, otros 500,000 dólares para espacios de apoyo y unidades de información y 561,000 dólares más para la sostenibilidad de programas laborales, vocacionales, técnicos y de emprendimiento para el beneficio de 745 personas desplazadas.
En cuanto a cifras generales, el alto comisionado estima que 7.4 millones de personas han sido desplazadas a la fuerza en Colombia, El Salvador, Honduras y México; mientras que 7.24 millones de venezolanos, ante la situación precaria que vive su país, decidieron abandonar sus hogares y buscar oportunidades en otras naciones; seis millones de ellos permanecieron en América Latina y el Caribe.
Solo en 2022, ACNUR contabilizó el desplazamiento de 250,000 personas que cruzaron la selva del Darién para llegar a los Estados Unidos, pero en cifras alentadoras, el programa yo pertenezco que impulsa el organismo permitió que a finales del año pasado 83,000 niños de padres venezolanos nacidos en Colombia obtuvieran la nacionalidad colombiana, mientras que 18,000 personas refugiadas recibieron su residencia permanente en Canadá y otras 76,000 personas fueron recibidas en programas de reasentamiento por los gobiernos estadounidense y canadiense.