La Organización Mundial de la Salud, en conjunto con la Agencia Australiana de Protección contra Radiaciones, ha reafirmado que las ondas electromagnéticas emitidas por smartphones y dispositivos inalámbricos no están asociadas con un incremento en la incidencia de tumores cerebrales. El estudio, que abarca 63 investigaciones entre 1994 y 2022, subraya la falta de correlación entre el uso de estas tecnologías y el desarrollo de neoplasias craneales.