La fe como motor de cambio es la premisa de "Cada quien su Santo", un programa ligero, esperanzador, divertido y familiar en el cual se abordan historias con personajes que deciden encomendarse a su santo preferido en busca de ayuda. "Cada quien su Santo" viene bien en un momento en donde predomina la violencia y hace falta creer que las cosas pueden cambiar y que nosotros, motivados por la esperanza, somos capaces de transformar. Desarrolla historias totalmente ficticias, que se presentan a manera de cuento, en atmósferas mágicas; lo cual contrasta con la realización en escenarios naturales, rescatando el colorido y la diversidad de santos que conforman el calendario religioso católico. Los santos viven con nosotros, ya sea en una estampita guardada en el monedero, en una esquina de la colonia, e incluso inmersos en el lenguaje de todos los días.