Más de 230 millones de niñas y mujeres en el mundo han sufrido mutilación genital, una práctica que incremento en 1% en los últimos 8 años, es decir, que se le realizo a 30 millones de personas del género femenino.
En oriente medio, África y Asia se recurre a este método no médico que ocasiona hemorragias graves, problemas urinarios, complicaciones en el parto, quistes e infecciones, así como un mayor riesgo de mortalidad neonatal, por tanto, se considera como una violación de los derechos humanos del sector que resalta una desigualdad entre los sexos y una marcada forma de discriminación.
Las niñas desde la infancia hasta los 15 años, son el grupo mayoritario al que han sometido a la mutilación que de acuerdo con organismos internacionales no trae ningún beneficio para la salud.
Cada año 3 millones de niñas corren el riesgo de ser mutiladas. A sistemas de salud, esta práctica, representa un gasto anual de 1,400 millones de dólares por las complicaciones que se desencadenan en quien se practica y no se descarta que el costo se eleve al menos que se apliquen medidas para erradicarlo.