Apenas son las 6 de la mañana y en la plancha de esta mujer ya hay varias pupusas encargadas, para ella es una alegría porque el día pinta bien, la venta podría estar buena y si es así lograra reunir un dinero que le urge.
Así comienzan los días de Juana Velazco, tiene 60 años de edad y su jornada de trabajo termina alrededor de las 10 de la mañana, a esa hora se dirige sin perder tiempo a su casa ubicada en la colonia Campos Verdes 1 en Lourdes, Colón, La Libertad, donde la espera su hijo, se llama Néstor Velazco y para ella es su gran pequeño hijo, tiene 40 años de edad, mide más de 2 metros, padece retraso bipolar y por si fuera poco epilepsia, precisamente el dinero que Juana logro reunir este día es para los medicamentos de su hijo, ambos quedaron solos hace algunos meses porque el hombre cabeza de hogar murió a causa de covid 19, una muerte difícil de superar.
Desde que el hombre de la casa murió para esta mujer la vida es más dura, ahora trabaja el doble, en la mañana vende pupusas y en la tarde sale a colonias aledañas a ofrecer ropa de segunda que algunas personas le regalan, precisamente para que genere ingresos, Juana dice que dios le ha puesto ángeles que le ayudan con diversos gastos que para ella es imposible de cubrir.
Juana Velazco perdió a su esposo pero eso no fue todo, hay una pena más que en este momento asegura la tiene sin dormir, cuando quedo sola perdió la casa donde vivía, comenzó a rebuscarse y le prestaron un techo por las condiciones de su hijo, pero resulta que el dueño de esa vivienda la vendió, ahora esta mujer y su hijo tienen los días contados, tienen que abandonar.
Sabe lo que significa no tener casa y con la llegada del invierno le preocupa lo que les espera, por el momento también aprovecha las tardes para tratar de conseguir un mejor trabajo que le permita alquilar una vivienda, asegura que no encuentra nada, sin embargo esta mujer no pierde la esperanza que un milagro puede ocurrir, mientras tanto promete seguir luchando honradamente por amor a su hijo que tanto la necesita.