No está claro qué medidas se podrían aplicar, pero funcionarios y observadores indicaron que podrían apuntar a estados controlados por los Republicanos y a las exportaciones estadounidenses tradicionalmente fuertes.
Trump impuso aranceles del 25% al acero y aluminio extranjero con la esperanza de que aliviar la situación de los productores estadounidenses frente a la intensa competencia global, permitiéndoles elevar los precios.