La orden permitirá que las agencias gubernamentales y las organizaciones que reciben fondos federales elijan si continúan ofreciendo documentos y servicios en un idioma distinto del inglés.
El decreto anulará un mandato del expresidente Bill Clinton que requería que el gobierno y las organizaciones que recibían fondos federales brindaran asistencia lingüística a personas que no hablaban inglés.
Estados Unidos nunca ha tenido una lengua oficial a nivel federal, pero la cuestión ha sido problemática para algunos estados.