Para iniciar, deshazte de lo que no necesitas. Por ello, debes revisar tus pertenencias y elimina lo que ya no usas o necesitas.
Segundo, clasifica tus artículos en tres categorías: guardar, donar y desechar, para reducir el desorden y empezar de cero.
Tecero, organiza de manera funcional: Utiliza cajas, organizadores de cajones y cestas para mantener todo en su lugar.
Cuarto, personaliza tu espacio: Añade elementos que te hagan sentir bien, como cojines, mantas, velas aromáticas y cuadros que te inspiren.