Aplicar calor en el abdomen, ya sea con una bolsa de agua caliente o una manta térmica, puede relajar los músculos y reducir el dolor. El ejercicio regular, especialmente el yoga, también ayuda a disminuir la intensidad de los cólicos. Mantener una dieta balanceada, rica en omega-3 y baja en cafeína, y la hidratación adecuada son clave. Si los dolores son intensos, consultar a un médico para explorar opciones como analgésicos o terapias hormonales.