Según S&P, el cambio en la calificación se debe a las buenas perspectivas que ofrecen las recientes operaciones de gestiones de pasivos para la mitigación del riesgo de incumplimiento en los próximos dos años. En especial, la estrategia de reperfilamiento de deuda de corto plazo que anunció el Gobierno salvadoreño junto a bancos locales.
«Ayer S&P mejoró la calificación crediticia de El Salvador a B- desde CCC+, al considerar que las operaciones recientes de gestión de pasivos deberían mitigar el riesgo de incumplimiento en los próximos años», destaca JP Morgan en su análisis.
Asimismo, para la empresa de servicios financieros, el cambio en la nota de crédito soberano no sólo responde a los resultados de la gestión de deuda, sino también a esfuerzos realizados en diversas áreas desde la administración de Nayib Bukele.