Los injertos son una técnica esencial en jardinería que permite unir dos plantas para mejorar su resistencia, crecimiento o producción de frutos. Esta práctica consiste en unir el tallo de una planta con la raíz de otra, logrando una combinación que potencie las cualidades de ambas. Es utilizada en frutales y plantas ornamentales, y aunque requiere habilidad, con práctica es posible obtener resultados sorprendentes.