Podar las rosas adecuadamente es crucial para su salud y floración. Es ideal hacerlo al inicio de la primavera, antes de que comience el nuevo crecimiento, utilizando tijeras de podar afiladas y guantes para protección. Durante la poda, elimina ramas muertas y cruzadas para mejorar la circulación de aire y reducir riesgos de enfermedades. Da forma a la planta recortando las ramas largas y desbalanceadas, y corta justo por encima de brotes fuertes orientados hacia el exterior para fomentar una floración abundante. Tras la poda, asegúrate de limpiar el área, regar bien la planta y considerar la aplicación de fertilizante para apoyar el nuevo crecimiento. Siguiendo estos pasos, tus rosas se mantendrán saludables y florecerán de manera más prolífica.