El síndrome de cara vacía es el trastorno que los psicólogos han asociado al temor de contagiarse de coronavirus y al temor por no querer mostrar el rostro, ya que esta limita la apreciación visual o características físicas en otra persona, estos factores han creado que las personas sientan ansiedad, este trastorno se está generalizando en países donde el uso de las mascarillas ya no es obligatorio.
Según la psicología, desde el inicio de las medidas de bioseguridad en la pandemia, la forma de socializar ha limitado las maneras cotidianas de relacionarse o interactuar lo que ha derivado en diferentes factores emocionales que han sido más perceptibles en niños y adolescentes.
Los especialistas aseguran que poco a poco la barrera emocional y de temor a contagiarse de una enfermedad respiratoria debe ir desapareciendo al punto de volver a la normalidad y a las actividades cotidianas.
Los fabricantes de mascarilla detallan que el tiempo máximo de uso son 4 horas por lo que considerar utilizarla en aglomeraciones o transporte público podría ser el punto de partida para un tiempo adecuado y uso preciso del cubre bocas.