En varias partes del mundo, el pan es uno de los elementos más sagrados que pueda existir y en Uzbekistán no es la excepción.
Cuando mencionamos el non o lepeshka, no hacemos otra cosa más que referirnos al pan tradicional de ese país, el cual tiene una forma bastante particular.
Su importancia en el hogar es de tal manera que, al salir de casa, alguien debe morder un trozo, que guardará hasta que regrese para comerlo.