Los dos mantuvieron la calma, pero en cuanto a los llamados de Trump para convertir a Canadá en el estado número 51, Carney insistió en que su nación no está en venta, a lo que Trump respondió el tiempo lo dirá.
Cuando se le preguntó si había algo que Carney pudiera decirle para anular sus aranceles de hasta el 25% sobre Canadá, Trump respondió sin rodeos no y añadió para enfatizar así son las cosas.
Carney reconoció que ninguna retórica sobre los aranceles sería suficiente para influir en Trump, diciendo que esta es una discusión más amplia.