Tras una reunión entre el presidente y los jefes militares y de inteligencia, un vocero del gobierno anunció la ejecución inmediata de un operativo con el objetivo de repatriar hasta 10,000 migrantes por semana.
Durante la reunión también se acordó el fortalecimiento de la vigilancia y control fronterizo con medidas adicionales, aunque no se ofrecieron detalles.
Otras de las decisiones tomadas fueron avanzar en la desarticulación de redes de tráfico de personas y un protocolo para la identificación de migrantes ilegales y su retorno asistido garantizando condiciones dignas y en colaboración con las autoridades haitianas.