La prohibición hace ilegal que cualquier minorista en línea o en tienda venda vapeadores, contengan nicotina o no, aunque se podrán vender los reutilizables.
La prohibición obedece al uso creciente de vapeadores desechables en las escuelas y el aumento de basura al ser descartados. Se estima que hasta 5 millones de cigarrillos electrónicos se desechan cada semana en todo el Reino Unido, en lugar de ser reciclados.