El Departamento de Seguridad de EE. UU. realizó su primer vuelo charter con más de 60 personas que se autodeportaron a sus países de origen.
Las autoridades indicaron que a todos los participantes se les ofrecieron los mismos beneficios que a cualquier inmigrante que se autodeporta.
Dichos ciudadanos recibieron asistencia para viajes, una remuneración de 1000 dólares y la posibilidad de regresar legalmente a EE. UU. en un futuro.