Según la plataforma de monitoreo medioambiental Aqi, la toxicidad del aire de Nueva Delhi equivale al daño causado por fumar más de 20 cigarrillos al día, mientras el índice de calidad de aire es sesenta veces más alto al máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.
La neblina mortal cubrió monumentos y edificios altos de la capital, con una visibilidad tan baja que las aerolíneas advirtieron de retrasos.