La comunidad El Tanque en Antiguo Cuscatlán enfrenta inundaciones recurrentes por el desborde de la quebrada El Piro, que incluso ha dañado la carretera Panamericana, dejando a decenas de familias en riesgo durante cada temporada lluviosa.
Adela, una residente de 88 años que vive allí desde 1960, denuncia que, aunque políticos prometieron soluciones o reubicaciones, como hace tres años, cuando ofrecieron viviendas seguras, ninguna se ha materializado, lo que aumenta la desesperación de los vecinos, quienes ahora exigen respuestas inmediatas.
Pese al arraigo emocional y la conveniencia geográfica que los mantiene en la zona, muchos están dispuestos a aceptar cualquier alternativa, ya que las casas más vulnerables, ubicadas al borde de la quebrada, siguen inundándose sin que las autoridades actúen.