Las redadas migratorias en Los Ángeles, California, desencadenó una serie de protestas violentas contra la administración del presidente Donald Trump, medidas que también son rechazadas por los salvadoreños, quienes aseguran que la población migrante en el país norteamericano son la mayor fuerza laboral.
El servicio de inmigración y control de aduanas ha intensificado sus acciones contra indocumentados en las últimas semanas, dejando un centenar de personas detenidas, en uno de los territorios declarados santuario de migrantes. Arrestos que causará graves impactos en las familias que viven de las remesas, asegura la población.
Además, Trump, ordenó el despliegue de 700 infantes marines y 4,000 efectivos de la Guardia Nacional al área de Los Ángeles para apoyar en los disturbios de las protestas, intervención que el gobernador de California calificó como un paso inconstitucional y anunció una demanda en contra la administración Trump por desplegar a los elementos sin su consentimiento.