Dar un like, enviar corazones o comentar la foto de una persona pero sin interactuar o hablar directamente con ella son parte de las características del orbiting, es decir que alguien pareciera que lo vigila o está pendiente de su vida por medio de las redes sociales y que busca una cercanía, pero no es así, quiere hacerse notar, pero mantenerse alejada para no tener que conversar ni de forma virtual ni físicamente, acciones que pueden confundir a una persona y afectarla emocionalmente, provocando en ocasiones ansiedad.
Estos casos son muy comunes en jóvenes y adolescentes, pero algunas personas consideran que muchas veces ese distanciamiento se debe al miedo de ser rechazados.
Los psicólogos consideran que hay otros factores que también influyen en quienes implementan el orbiting y otras técnicas de manipulación emocional que son más frecuentes a través de las plataformas digitales.
Según expertos el orbiting es parecido al ghosting, pero más cruel, ya que en el ghosting la persona con la que hubo una cercanía y salieron en ocasiones, repentinamente corta toda comunicación y desaparece, pero en el orbiting la persona sigue presente a través de interacciones, pero sin una comunicación directa.