Parte de este proyecto será financiado por la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional y será ejecutado junto a la Universidad de El Salvador y la UNAM, lo que permitirá comprender la actividad sísmica de las costas salvadoreñas y las posibles amenazas.
Según los expertos será hasta el año 2026 cuando puedan tener acceso a los datos de la investigación.