Los controles veterinarios regulares permiten detectar problemas de salud en las mascotas antes de que se agraven, garantizando una mejor calidad de vida. Las vacunas, por su parte, son fundamentales para prevenir enfermedades infecciosas graves, como la rabia y el moquillo. Mantener un calendario de vacunación actualizado protege a los animales de posibles contagios y brotes.