Economistas han advertido que una inflación elevada puede afectar el poder adquisitivo de los cuídanos, especialmente en un país donde muchos dependen de remesas y salarios bajos. Las proyecciones varían, pero la gente ya resiente el alto costo de la canasta básica.
Aunque no han dejado de comprar los productos, dicen que la cantidad que antes llevaban ahora es menor y han tenido que readecuar su presupuesto, sin embargo, comerciantes del mercado de Santa Tecla, aseguran que los precios ya se encuentran estables, en verduras mencionaron que han disminuido un 30% en comparación con diciembre del 2024. A pesar de esta reducción las ventas continúan bajando.
En enero, los salvadoreños no cancelaron recibos de luz, ni agua, una medida tomada por el gobierno para apoyar el bolsillo de las familias en una temporada llena de pagos, la población espera que en los próximos meses se tomen otras acciones para continuar ayudando a los habitantes.
El país no logra producir la demanda de los consumidores, solo en el 2024 hubo un déficit de más de 8 millones de quintales de granos básicos lo que altera los precios en el mercado.