El gobierno de Daniel Ortega brindó la nacionalidad nicaragüense al expresidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, quien tiene orden de captura internacional por los supuestos delitos de enriquecimiento ilícito, peculado y lavado de dinero. Además, junto con él se encuentran su esposa, hijos y familiares cercanos, quienes también lograron ser ciudadanos en el país vecino.
El exmandatario sería el cuarto en la lista de expresidentes acusados por delitos de corrupción en territorio salvadoreño y según la administración de Gobierno, habría viajado a Nicaragua desde noviembre de 2020 para evitar la extradición.
Con Sánchez Cerén, ya son dos los expresidentes del país con ordenes de captura internacional, a los cuales el gobierno nicaragüense ha nacionalizado y que les serviría para evitar pisar los tribunales salvadoreños.