El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sostiene que eliminar al líder supremo de Irán, Ali Khamenei, podría terminar el conflicto en lugar de intensificarlo, aunque analistas advierten que esto podría desencadenar una guerra prolongada.
Mientras tanto, Estados Unidos, cuya inteligencia alerta sobre el desarrollo nuclear iraní, insistió en evacuar a 300.000 personas en Teherán, donde operan infraestructuras críticas, tras los ataques israelíes que ya dejan 24 muertos en su territorio y más de 200 en Irán.
En medio de la crisis, Donald Trump abandonó anticipadamente la cumbre del G7 para reunirse con su gabinete de seguridad, luego de advertir a Irán que debe negociar antes de que sea demasiado tarde.