La conducción peligrosa o temeraria es un delito que se castiga con diferentes sanciones en América Latina. En El Salvador, por ejemplo, manejar bajo los efectos del alcohol, sin importa la cantidad ingerida, conlleva multas de 150 dólares, además del inicio de un proceso penal que puede llevar a una persona a pasar entre 2 a diez años en prisión; cantidad que incrementa si una persona muere por culpa del conductor.
En sencillas palabras, la conducción peligrosa es un delito que se comete cuando se maneja un vehículo poniendo en riesgo la vida o integridad de las personas.
En países como México, la ley general de movilidad y seguridad vial multa a los conductores que sean sorprendidos manejando con cantidades superiores a los 0.25 miligramos por litro de alcohol en aire espirado y 0.05 grados por decilitro en sangre. Irrespetar esto conlleva a la suspensión de la licencia por un año. En cuanto a las multas económicas, estas varían dependiendo del estado; pero las cantidades oscilan entre los 1,000 a más de 8,000 pesos mexicanos.
En Guatemala, el código penal en el artículo 157 sanciona con multas de 5,000 a 25,000 quetzales y la cancelación de la licencia de conducir de 3 meses a 5 años a quien conduzca un vehículo en estado de ebriedad o drogas. En Honduras la conducción peligrosa es considerada un delito que puede conllevar multas superiores a los 8,000 lempiras e incluso le realizan un proceso penal.
Manejar de forma peligrosa un vehículo en Nicaragua es sinónimo de multas que pueden rondar desde los 200 córdobas hasta los 5,000 dependiendo del tipo de falta que cometa, la más grave es conducir en estado de embriaguez extrema. Incluso puede conllevar la suspensión de la licencia.
Costa Rica es otro país que mantiene cero tolerancia ante la conducción peligrosa. Es por eso que quien sea sorprendido manejando en estado de ebriedad, circulando a excesiva velocidad, con licencia suspendida o de forma imprudente; es multado con 363 mil 639 punto 15 colones costarricenses. Pero además de eso, se someten a la suspensión de su licencia durante varios años; agravándose si reincide en la misma conducta.
En Panamá, las sanciones por irrespetar la luz roja del semáforo o conducir a velocidad excesiva conllevar esquelas de 100 y 50 balboas respectivamente, conductas que son calificadas por la autoridad del tránsito y transporte terrestre de Costa Rica como conducción peligrosa.
Mientras que manejar con aliento alcohólico implica multas de 150 balboas la primera vez, 300 la segunda e incrementa a 600 a la tercera ocasión. Sumado a esto se puede suspender la licencia desde los 3 hasta los 24 meses.
En Argentina, las multas por conducción peligrosa rondan desde los 150 hasta los 1,000 pesos argentinos. Bolivia maneja esquelas que pueden alcanzar hasta los 15,000 bolivianos. En Brasil, un adelantamiento peligroso puede costar tres reales y la suspensión de la licencia de conducir; pero manejar en estado de ebriedad conlleva esquelas de 2,934 reales. Colombia también posee cifras elevadas en cuanto a multas, alcanzando los 39,000 pesos o lo que equivale a 30 salarios mínimos. En Ecuador, las multas van desde los 45 dólares y pueden llegar a los 425 dólares.