Los indicadores del tablero alertan sobre distintas condiciones del vehículo, como el nivel de combustible, la temperatura del motor o la presión de los neumáticos. Una luz roja suele señalar un problema grave que requiere atención inmediata, mientras que una amarilla indica una advertencia o mantenimiento próximo. Entender estos símbolos es clave para prevenir averías y garantizar la seguridad al conducir.