Durante un instante de inspiración repentina, Mora escribió la frase “donde se aprende a querer” en una caja de cartón, ya que no tenía papel a su alcance.
El hecho ocurrió mientras el artista atravesaba una intensa lluvia de ideas, situación que lo llevó a improvisar con lo primero que encontró.
Este gesto espontáneo revela cómo la creatividad, cuando es auténtica, puede surgir incluso en medio de lo cotidiano.