Existen varios mitos sobre la tartamudez, como la creencia de que es causada por la ansiedad, cuando en realidad es un trastorno del habla con múltiples factores, incluyendo genéticos y neurológicos. Otro mito es que las personas tartamudas son menos inteligentes, lo cual es falso; su capacidad intelectual no se ve afectada por este trastorno. La verdad es que el apoyo emocional y la terapia adecuada pueden ayudar a quienes tartamudean a mejorar su fluidez y autoestima.