La miopía, una condición en la que los objetos lejanos se ven borrosos, ha sido objeto de numerosos mitos y verdades. Entre los mitos más extendidos está la creencia de que leer con poca luz empeora la miopía, lo cual es falso; sin embargo, la genética juega un papel clave en su desarrollo. Es verdad que el uso prolongado de dispositivos electrónicos puede contribuir al aumento de la miopía, pero no es su causa principal. Conocer la realidad detrás de estos mitos es crucial para prevenir y tratar adecuadamente esta afección ocular.